Si tan solo posases los ojos una vez sobre mí
con un poco más de esmero, con un cariño distinto del de la última vez que te vi
no me importaría tentar a la suerte, olvidar el pasado, aunque fuese por pasar un mero instante junto a ti.
Voy a escribirte esta noche si aceptas, voy a esperar a que me abras las puertas y luchar por demostrarte cuanto merece la pena mi presencia y compañía, cuánto puedo llegar a esforzarme para ofrecerte mi calor en esta tarde fría.
Vas a sorprenderte si me das la oportunidad, vas a entender por qué siempre he ansiado huir y perderme por esta ciudad. No importa el espacio y el tiempo en que nos encontremos, tan solo aquel en el que me decidas aguardar.