martes, 30 de julio de 2019

A veces no sé ni qué quiero, ni qué espero, ni quién soy.
Pero escucho tu voz cantando al silencio y se disipan las dudas,
y se me enciende el corazón.
A menudo no me entiendo, no avanzo por miedo al error.
Pero cuando te miro a los ojos de pronto comprendo
que es a tu lado donde puedo refugiarme del dolor.
Y, es que, aunque tantas veces me pierda y no sepamos ninguna de las dos,
sí sé que puedo tenderte la mano y prometerte un futuro mejor.

Aunque me cierre en banda, aunque me niegue, aunque el mío propio siempre lo vea negro o sin color.

lunes, 13 de mayo de 2019

Siempre es Otoño, no importa cuántas páginas arranque del calendario. Sé que nunca va a dejar de entumecer mi cuerpo, de descargar su lluvia sobre mí y calarme hasta los huesos. Sé que brilla el sol pero nunca llega abril. Que cantan los pájaros pero no se dirigen hacia mí.
Y dije que esta vez no me quedaría esperando, pero mentí. Admito que me he estado buscando, pero todo lo que encuentro ya lo conocí.
Y soy presa una vez más de mis propias garras, engullida por unas fauces cualquier mañana que el cielo se tiña de cris. No tañirán las campanas el día en que huya de aquí. Le he comido terreno al silencio y asumido mi derrota contra unas costillas que buscan algún abrazo esquivo que supongo que prometí.
No he recargado el arma, no he borrado las pistas que me condujeron hasta allí. Solo espero que alguna noche renazcan las ansias de recomponerme, de sanar las heridas, de luchar por mí.

Eso si antes no acabo devorada por los miedos, cegada por las lágrimas, consumida por el fuego de todas las ideas que se agolpan en mi mente sin principio ni fin.

martes, 23 de abril de 2019

Estoy reflexionando en ti. Va a llegar la luz del alba, aún no he dormido, supongo que me he olvidado de mí.
Estoy viajando al futuro, aunque en condicional, y creo que me estoy acostumbrando a pensar así.
No tenía intención de escribir más poesía pero siento tu pupila clavada en mi sien. 
Y aunque pretenda fingir que no me importa, no puedo ocultar que he deseado mucho que permanezca ahí.
Supongo que te quiero cerca de mi y eso es suficiente.
Sólo espero que me leas, aunque no entiendas, aunque no imagines que todo lo escribí para ti.

Sólo quiero que me sientas cuando esté lejos, cuando me eches de menos, cuando no me tengas por aquí.

jueves, 3 de enero de 2019

Si tan solo posases los ojos una vez sobre mí 
con un poco más de esmero, con un cariño distinto del de la última vez que te vi
no me importaría tentar a la suerte, olvidar el pasado, aunque fuese por pasar un mero instante junto a ti.
Voy a escribirte esta noche si aceptas, voy a esperar a que me abras las puertas y luchar por demostrarte cuanto merece la pena mi presencia y compañía, cuánto puedo llegar a esforzarme para ofrecerte mi calor en esta tarde fría.

Vas a sorprenderte si me das la oportunidad, vas a entender por qué siempre he ansiado huir y perderme por esta ciudad. No importa el espacio y el tiempo en que nos encontremos, tan solo aquel en el que me decidas aguardar.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Quien soy.

He nacido para viajar por otros mundos, para entonar otras canciones, para esconderme del silencio a viva voz.
He hecho tantas veces de mi sensibilidad un arma que a veces hiere, a veces pesa, y otras tantas se dispara sin control.
No me hables de bailes, de cuentos, si ambos sabemos que ya ha terminado la función.
Que ya he librado mil batallas en tu ausencia, he crecido más de lo que imaginarías, he abrazado y ahuyentado el dolor.
Recuperé la conciencia de para qué vivo, el recuerdo de todo cuanto he conocido, incluso el aroma a derrota y pasión.
Recordé cada palabra que he callado a veces por miedo al error. Y no me arrepiento de perderme entre la noche por negarme a suponer para nadie tan solo una opción.
Quien me piense que me escriba, quien me tema que baje las barreras, quien me espere abra las fronteras y si alguien me tuviese bese mi piel.
Algún día quiero entregar todo lo que no me dieron, que nadie pase mi sed.
Que no he trepado hasta aquí para nada, para cruzarme de brazos y conformarme con esa simple resolución. No he tentado a la suerte ante tantas encrucijadas para ahora dar por perdida cualquier ambición. No he nacido para enmendar errores, para lamer las cicatrices que alguien me dejó.
Estoy aquí para acariciar las nubes, para quebrar los cristales rasgándome la voz.

Y si esperas que me frene, si lamentas que salte, déjame decirte que realmente no tienes ni idea de quién soy.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Me dejé las llaves en algún cajón ajeno, y ya no sé cómo forzar las cerraduras que me abren las puertas a mi propio ser. Todos mis esfuerzos se ahogan en las aguas de mi mirada, se disuelven cada mañana en el café. Mis opciones se agotan, hundiéndose hacia lo más profundo de la piel, quebrando, entrando en crisis sin generación que escriba bien. Son solo unas palabras, nada que me reconforte esta vez. Sé que ni cien primaveras traen consigo brisas suficientes para arrastrar las hojas que me arrancó este otoño, dejándome desnuda y vulnerable en este ring, pero aún en pie. 

lunes, 3 de diciembre de 2018

He buscado entre tanta gente tu mirada una y mil noches soñando con traerte de vuelta aquí. He organizado mil viajes de regreso al lugar donde nos encontrábamos cada tarde, como siempre, pero sabemos cómo continúa la canción, y es que jamás regresas aunque la esperanza diga “quieta, hoy quizás sī”. He recorrido tantas historias en mi cabeza que terminan con nuestras manos entrelazadas que en ocasiones incluso me cuesta discernir. Y recordar que por mucho que me estire y alargue los dedos jamás en la vida voy, tan si quiera, a lograr acariciarte, de nuevo, a ti.