Déjame quedarme un poco más aquí, tan solo hasta que sea inevitable ir. Déjame fingir que no sé nada, qué no sé quien te espera al otro lado de la puerta, quién duerme en el otro extremo de la almohada. Déjame creer que mis palabras sirven de algo, al menos a veces. Que mis labios te curan, mis manos te calman. Déjame engañarme a mí misma, estar ahí para ti, déjame luchar una última vez, no importa cuanto tarde en recuperarme de esta batalla.
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