En ocasiones me domina el temor y en otras la ternura, me deshago en halagos pero siempre escondida en algún rincón, a la vuelta de la esquina. Planeo escribirte una canción, pero qué sé yo de acordes, de música. Tengo miedo de escribirlo yo, de provocar tu huída. Sacio las ganas con sueños y, sin ilusión, voy vaciando mis esperanzas. Te pienso en silencio algunas madrugadas, pero te olvido al abrir los ojos por las mañanas.
No te apoderes de lo que tengo protegido, no me fuerces a destruirlo, no juegues con mi confianza fingiendo que vienes a curar algunos traumas. Pues llevo tiempo aquí esperando, como si en algún momento te hubieses ido, sin intención de pedirte que te vayas. Pero acabarías con mi paciencia, perderías mi confianza, me forzarías a cerrar la puerta, echar las llaves y darte la espalda.
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