Tú no sabes que me he acostado cada noche echando en falta tu calor,
Que me he embriagado tratando de ahuyentar tu recuerdo con algún que otro licor.
Y si el futuro es incierto dímelo, pues el pasado me ha callado en cada intento de recuperar tu voz.
Y si el destino es solo sombra, hielo o incluso ficción, he expulsado todos mis demonios solo por hacerte hueco en este rincón.
Tú no sabes que he compartido mil silencios por las calles con el triste sonido de ese acordeón,
Que me he encerrado entre los escombros de tanta espera al sí o al no.
Y si encontrase la manera de atarte a mí, te dejaría volar libre porque jamás escogerías instalar tu nido aquí.
Y si algún día te desviases de tu camino para verme así, trataría de no mencionar ni un solo instante todo lo que hice a un lado para permanecer junto a ti.
Y es que tú no sabes que escondi todos mis otoños para regalarte una primavera,
Tú no sabes todo el esfuerzo que ello conlleva, no sabes que a pesar de tanto añoro, a pesar de que de no quererte querer te termine queriendo, a pesar de tantos aciertos y errores, una y mil veces, renunciaría a ti si eso hiciera que para ti vivir mereciera la pena.
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