lunes, 21 de septiembre de 2015

Menos mal que me aprendi cada una de tus facciones, tus detalles. Aunque, qué más da, ya jamás podré vivir como antes.
Y qué soy yo sin tus labios, tus caricias, tus susurros en mi oído mientras me hago la dormida.
Qué será de mi sin tu mirada aniñada interrogándome junto a mi clítoris, sin tus cosquillas de esas manos que luchan por la justicia.
Y qué le voy a decir al futuro si no quiero que llegue si no es contigo, sin los sueños, la esperanza, la ilusión. Tanto temor y dolor. Voy a quebrarme en mil añicos o a partirme en dos.
Quiero tus brazos rodeándome y esa sonrisa que solo yo conozco cada mañana al despertar, al otro lado de la almohada. Quiero reír, quiero gritar, quiero empezar una revolución con tu cama como vanguardia.
Quiero tus suspiros y gemidos, tu puño en alto, apoyarme en tu pecho solo por oír tus latidos. Acompasar nuestras respiraciones, descubrir juntos nuevas vocaciones. Y películas, y libros, intensos debates, superar todas y cada una de las situaciones. Pero juntos. De la mano. Y con un puño levantado.

1 comentario:

  1. Sin palabras,enhorabuena.Suelo leer mucha poesia,pero poca consigue transmitirme algo como lo han hecho tus palabras.Sigue asi❤

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