lunes, 21 de septiembre de 2015

Noche 2.

Nada conseguirá borrar tu recuerdo. Ni todo el alcohol que sea capz de ingerir en una noche desesperada, ni otros labios más dulces, más ingenuos, ni decenas de lustros y miles de días sin tu presencia, sin tu piel,  sin tu sudor, sin tu olor, sin el olor de nuestro sexo, sin tu mirada eléctrica, sin tu boca entre mis piernas pidiendo a gritos una revolución, un nuevo comienzo. Pero el de todos, no el nuestro.

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