Y te quise reparar. Porque estabas roto, en mil pedazos. Pero ya eran demasiados como para juntarlos todos, y tu única solución era quebrarnos, de nuevo, juntos. Pero mi alma tiene sed de libertad, ansias de lucha, de encontrar la paz. Soy invencible, aunque a veces me derrumbe. Déjame tratar de arreglarte.
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