Y qué le hago si tan solo me apetece leer, beber, dejarme caer en alguna cama donde encuentre unos brazos entre los cuales acurrucarme. Aprender de la vida, sin estudiar académicamente todos sus procesos. Pues no somos máquinas, si no seres con emociones, sueños y corazón.
Qué le hago si necesito unos labios y múltiples caricias más que cualquier tipo de éxito profesional. Si he cambiado de filosofía. Si no quiero otra cosa que no sea escuchar música, reír, bailar, llorar, vomitar. Abrázame ahora, que voy a estallar.
Oh, no puedo ser perfecta, papá.
Tengo cicatrices, sangre, dolor y demasiadas experiencias desagradables. Me faltan fuerzas, ilusión, motivación, metas que tienten de verdad. Por reales. Estoy tan agotada de este maldito mundo artificial.
Pásame la copa, que voy a destrozarme.
lunes, 26 de octubre de 2015
Autodestrucción.
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