domingo, 4 de octubre de 2015

Yo me escondo tras unos muros cimentados sobre el dolor de la traición, la pérdida, la tragedia y tú tras el humo de las mentiras, de la tentación.
Yo para protegerme de los miles de cuchillos, de pistolas que amenazan con besar mi sien. Tú para hacer crecer tu número de amantes cautivos, para cautivarnos una a una con ese falso alter ego en el que nos haces creer.
Que yo huyo de las cuerdas, de las trampas, de tus zarpas. No intentes alcanzarme, he alzado el vuelto como un pájaro.
Y, mientras yo me libero, tú vuelves a enfundarte en tu disfraz, tu piel de lobo.
Yo marcho en busca de la paz, tú regresas a tu rutina de salir de caza.

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